bm1Rey. 10:1; 2Crón. 9:1
bp2Ped. 2:20

Matthew 12

Capítulo 12

Jesús, Señor del día de reposo

1 aPor aquel tiempo
O aquella ocasión.
Jesús pasó por entre los sembrados en el día de reposo; Sus discípulos tuvieron hambre, y empezaron a arrancar espigas c y a comer.
2Cuando los fariseos lo vieron, dijeron: «Mira, Tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en el día de reposo d».

3Pero Él les contestó: «¿No han leído lo que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, 4cómo entró en la casa de Dios y comieron los panes consagrados e, que no les era lícito comer, ni a él ni a los que estaban con él, sino solo a los sacerdotes? 5»¿O no han leído en la ley, que en los días de reposo los sacerdotes en el templo profanan el día de reposo y están sin culpa? 6»Pues les digo que algo
O uno, y así en los vers. 41 y 42.
mayor que el templo está aquí g.
7»Pero si ustedes hubieran sabido lo que esto significa
Lit. es.
: “Misericordia
O Compasión.
quiero y no sacrificio j”, no hubieran condenado a los inocentes.
8»Porque el Hijo del Hombre k es Señor del día de reposo».

Jesús sana al hombre de la mano seca

9 lPasando de allí, entró en la sinagoga de ellos. 10Y allí estaba un hombre que tenía una mano seca. Y para poder acusar a Jesús, le preguntaron: «¿Es lícito sanar en el día de reposo m?».

11Y Él les respondió: «¿Qué hombre habrá de ustedes que tenga una sola oveja, si esta se le cae en un hoyo en el día de reposo, no le echa mano y la saca n? 12»Pues, ¡cuánto más vale un hombre que una oveja o! Por tanto, es lícito hacer bien en el día de reposo».

13Entonces Jesús dijo* al hombre: «Extiende tu mano». Y él la extendió, y le fue restaurada p, sana como la otra. 14Pero cuando los fariseos salieron, hicieron planes
Lit. tomaron consejo.
contra Él, para ver cómo lo podrían destruir r.

Jesús, el siervo escogido

15Pero Jesús, sabiéndolo, se retiró de allí. Y muchos lo siguieron, y los sanó a todos s. 16Y les advirtió que no revelaran quién era Él
Lit. no le hicieran manifiesto.
,
u;
17para que se cumpliera lo que fue dicho por medio del profeta Isaías, cuando dijo: 18«Este es Mi Siervo
O Hijo.
, a quien he escogido
Lit. escogí.
,
x;

Mi Amado en quien se agrada
Lit. se agradó.
Mi Alma z;

Sobre Él pondré Mi Espíritu aa,

Y a las naciones
O los gentiles.
proclamará justicia
O juicio.
.
19»No contenderá, ni gritará ad,

Ni habrá quien en las calles oiga Su voz.
20»No quebrará la caña cascada,

Ni apagará la mecha que humea ae,

Hasta que lleve
O saque.
a la victoria la justicia
O el juicio.
.
21»Y en Su nombre las naciones
O los gentiles.
pondrán su esperanza ai».

Jesús y Beelzebú

22 ajEntonces trajeron a Jesús un endemoniado ciego y mudo ak, y lo sanó, de manera que el mudo hablaba y veía. 23Todas las multitudes estaban asombradas, y decían: «¿Acaso no es este el Hijo de David al?». 24Pero cuando los fariseos lo oyeron, dijeron: «Este no expulsa los demonios sino por Beelzebú, el príncipe de los demonios am».

25 anConociendo Jesús sus pensamientos, les dijo ao: «Todo reino dividido contra sí mismo es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no se mantendrá en pie. 26»Si Satanás expulsa a Satanás ap, está
Lit. estaba.
dividido contra sí mismo; ¿cómo puede entonces mantenerse en pie su reino?
27»Y si Yo expulso los demonios por Beelzebú ar, ¿por quién los expulsan los hijos de ustedes as? Por tanto, ellos serán sus jueces. 28»Pero si Yo expulso los demonios por el Espíritu de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado a ustedes. 29»¿O cómo puede alguien entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si primero no lo ata
Lit. no ata al fuerte.
? Y entonces saqueará su casa.
30»El que no está a favor Mío, está contra Mí; y el que no recoge a Mi lado, desparrama au.

31» avPor eso les digo, que todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada. 32»Y a cualquiera que diga una palabra contra el Hijo del Hombre, se le perdonará; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este siglo
O tiempo.
,
ax ni en el venidero.


33»O hagan ustedes bueno el árbol y bueno su fruto, o hagan malo el árbol y malo su fruto; porque por el fruto se conoce el árbol ay. 34»¡Camada de víboras az! ¿Cómo pueden hablar cosas buenas siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca ba. 35»El hombre bueno de su buen tesoro saca cosas buenas; y el hombre malo de su mal tesoro saca cosas malas bb. 36»Pero Yo les digo que de toda palabra vana que hablen los hombres, darán cuenta de ella en el día del juicio bc. 37»Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado».

Escribas y fariseos demandan señal

38Entonces algunos de los escribas y fariseos dijeron a Jesús: «Maestro, queremos ver una señal
O un milagro.
de parte Tuya be».

39Pero Él respondió: « bfUna generación perversa y adúltera demanda señal, y ninguna señal se le dará, sino la señal de Jonás el profeta; 40porque como estuvo Jonás en el vientre del monstruo marino tres días y tres noches bg, así estará el Hijo del Hombre bh tres días y tres noches en el corazón de la tierra bi. 41»Los hombres de Nínive bj se levantarán con esta generación en el juicio y la condenarán, porque ellos se arrepintieron con la predicación de Jonás bk; y miren, algo más grande que Jonás está aquí bl. 42»La Reina del Sur bm se levantará con esta generación en el juicio y la condenará, porque ella vino desde los confines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón; y miren, algo más grande que Salomón está aquí bn.

43» boCuando el espíritu inmundo sale del hombre, pasa por lugares áridos buscando descanso y no lo halla. 44»Entonces dice: “Volveré a mi casa de donde salí”; y cuando llega, la encuentra desocupada, barrida y arreglada. 45»Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus más depravados que él, y entrando, moran allí; y el estado final de aquel hombre resulta peor que el primero bp. Así será también con esta generación perversa».

La madre y los hermanos de Jesús

46 bqMientras Jesús aún estaba hablando a la multitud, Su madre br y Sus hermanos bs estaban afuera, deseando hablar con Él. 47Y alguien le dijo: «Tu madre y Tus hermanos están afuera y te quieren hablar». 48Pero Jesús respondió al que le informó: «¿Quién es Mi madre, y quiénes son Mis hermanos?».

49Y extendiendo la mano hacia Sus discípulos, dijo: «¡Miren, aquí están Mi madre y Mis hermanos! 50»Porque cualquiera que hace la voluntad de Mi Padre que está en los cielos, ese es Mi hermano y Mi hermana y Mi madre».
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